Este próximo 22 de mayo se cumplen 78 años de la fuga del Fuerte de San Cristóbal, en la que huyeron de la cruel prisión franquista 795 presos. De ellos, más de 200 fueron cazados como conejos mientras trataban de descender y alejarse del monte entre la espesura del bosque, en una caza en la que no sólo participaron soldados, guardias civiles o fuerzas paramilitares, sino también muchos vecinos de pueblos aledaños, que no dudaron en colaborar activamente en la represión. Dice Miguel Sánchez-Ostiz que a él le contaron que a los asesinados durante la fuga les encontraron caracoles en la tripa.
585 fueron detenidos, y 14 fueron fusilados en la Vuelta del Castillo el 8 de septiembre de 1938: Gerardo Aguado Gómez, Teodoro Aguado Gómez, Bautista Álvarez Blanco, Calixto Carbonero Nieto, Antonio Casas Mateo, Daniel Elorza Ormaetxea, Antonio Escudero Alconero, Ricardo Fernández Cabal, Francisco Herrero Casado, Francisco Hervas Salome, Primitivo Miguel Frechilla, Miguel Nieto Gallego, Rafael Pérez García y Baltasar Rabanillo Rodríguez.
Allí, fusilados junto a la Puerta del Socorro en un espectáculo público entre chocolate con churros y prisas para no llegar tarde a misa.
Chocolate con churros o caracoles. Navarra, tierra de diversidad.
Publicado en Pamplonauta
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