
Un día como hoy, el 10 de noviembre de 1890, el crucero de la Royal Navy HMS Serpent, naufragó frente a Costa da Morte, en Galicia, causando la muerte de 172 de sus 175 tripulantes. El navío fue construido en Devonport en noviembre de 1885 y botado el 10 de marzo de 1887. Desplazaba 1770 toneladas y estaba armado con 6 cañones de 6 pulgadas y 5 tubos lanzatorpedos de 14 pulgadas. En el momento del naufragio navegaba bajo el mando del comandante de la Marina Real Harry Leith Ross.
Cuando el casco del Serpent crujió al encajarse contra la Punta do Boi a una velocidad de unos nueve nudos, la mayoría de la tripulación lo confundió con un golpe de mar, hasta que alguien gritó que habían embarrancado. La Corte Marcial, celebrada el 16 de diciembre de 1890 concluyó que la pérdida del Serpent se debió a un error de navegación.
Desde el martes 11 se comenzó el rescate de los cuerpos del Serpent. Dada la proximidad a la costa del punto del naufragio, la mar estuvo muchos días arrojando cadáveres mutilados a la costa, que fueron enterrados a pie de playa, quedando las 172 víctimas enterradas en un improvisado cementerio en el lugar (conocido como Cemiterio dos ingleses), que fue posteriormente consagrado el 23 de noviembre. En una visita de la escuadra inglesa a la ría de Arosa en 1896, el Almirantazgo inglés ordenó colocar una placa conmemorativa en el monte Lobeira sobre la roca en la que se había enclavado una cruz para honrar la memoria de los que encontraron muerte en las aguas del mar, para que sirviese de recuerdo y homenaje a las víctimas del hundimiento, placa que todavía existe en la actualidad.
Al saber la Armada que los tres únicos supervivientes del Serpent llevaban el chaleco salvavidas puesto, se generalizó su uso en el resto de los buques de la Royal Navy.