
Un día como hoy, el 29 de junio de 1988, Mikel Arrastia Agirre se escapó por la ventana de su casa en Orereta al percatarse de que la Guardia Civil lo iba a detener. Se deslizó por el patio interior y entró en casa de una vecina tras romper el cristal. Con una mano herida, se refugió en casa de unos amigos. Pero la Guardia Civil siguió el rastro de la sangre y lo encontró. Cuando los uniformados golpearon la puerta, Mikel gritó «Gora Euskadi askatuta» y se lanzó por la ventana. Falleció media hora después de ingresar en el Hospital de Donostia.