Ayer murió Laurentino Fernández Blanco, el hijo de María de los Desamparados Blanco, la maestra del pueblo leonés de Burón que fue asesinada por falangistas el 30 de septiembre de 1936 en Lario junto al también maestro Eusebio de la Riva.
Laurentino inició una huida feroz arrojándose en la boca del lobo para eludir la represión. Pasó por falange, combatió en la guerra, se alistó en la división azul y se jubiló como comandante del ejército de tierra. En 1977 se afilió al partido comunista y en 2009 pudo asistir a la exhumación de los restos de su madre. Nunca dejó de huir y nunca se olvidó de ella.
Su estremecedor testimonio es uno de los pilares del documental «morir de sueños».
Laurentino, ha sido un honor haberte conocido.